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#conflitti #strategie
analisi di fase attualitÃ
El mito original de una democracia mejor, Traducción revisada por Carlos X. Blanco
Gianni Petrosillo (Conflitti&Strategie)
Análisis, cuando menos ingenuos, siguen rondando el concepto de democracia. Ciertamente provienen de mentes que podrÃamos llamar crÃticas, pero eso no basta para garantizar la corrección del pensamiento ni la precisión de la interpretación. De hecho, las reflexiones que he leÃdo recientemente de figuras como la embajadora Elena Basileo la filósofa Donatella Di Cesare siempre parten de la premisa de un mito de origen: hubo una época en que la democracia era, si no perfecta, al menos mejor. No es asÃ.
Según estos análisis, la democracia se ha degenerado en las últimas décadas debido al neoliberalismo u otras formas de degradación, incluidas las tecnocráticas, que la han acercado a una especie de fascismo, o tecnofascismo, como lo llama Di Cesare. Desde esta perspectiva, la culpa siempre recaerÃa en el retorno de la
mentalidad fascista que oscurece la supuesta bondad y belleza de la democracia original. ¡TonterÃas! El fascismo fue un movimiento polÃtico, no una categorÃa del espÃritu que nace y renace a voluntad en nuevas formas.
Asà que las cosas no son lo que parecen en esta narrativa. Lenin ya definió la democracia como “la mejor cáscara para la dictadura”, e incluso en la literatura, autores reflexivos la han descrito como “juego de bandidos”. Defender hoy el mito de una Arcadia democrática traicionada en el camino, que solo degeneró más o menos recientemente, es perderse en una ilusión.
Hace tiempo, escribà que la democracia es exactamente lo que está sucediendo. La democracia es el sonido de las bombas que caen sobre Gaza; son las guerras de agresión estadounidenses y occidentales de ayer, hoy y mañana; son las oligarquÃas europeas corruptas y parasitarias; es nuestro sistema polÃtico servil y degradante. El colonialismo y el imperialismo fueron democráticos; la injerencia humanitaria inhumana es democrática. La democracia es todo esto, con pequeñas variaciones a lo largo del tiempo. Observé que la democracia siempre ha cometido los mismos crÃmenes que cualquier otro sistema, quizás mistificándolos mejor, pero solo porque resultó estar del lado ganador. Algunos de sus mecanismos ideológicos están bien engrasados porque fomentan una mayor confianza en la gente, pero esto no cambia la esencia.
Esto es lo que escribÃ: cuando la democracia censura un pensamiento etiquetándolo de noticia falsa, como sucede cada vez con más frecuencia, no es fascista, ni nazi, ni comunista; es simplemente ella misma, democracia pura. Los descontentos claman fascismo, los satisfechos afirman ser inmunes a las dictaduras del pasado, pero la verdad es simple: todo lo que sucede en una democracia es democrático, incluso el abuso.
Los estadounidenses y sus sirvientes occidentales “exportan la democracia” democráticamente, es decir, criminalmente. Si la “mayor democracia de Oriente Medio”, Israel, destruye ciudades y masacra civiles, es extremadamente democrática, porque la democracia mata, viola, tortura y extermina. Una democracia no degenera en fascismo, nazismo o comunismo; una democracia degenera en democracia, mostrando su verdadero rostro, más allá del moralismo, los votos y los procedimientos.
¿Y qué hay de la libertad de pensamiento, voto y expresión? No me sirven estas habladurÃas. Se puede pensar libremente incluso en una dictadura; el pensamiento no se ve ni se oye, e incluso cuando se imprime en algún lugar, hasta que se transforma en acción, no existe. El problema surge cuando el pensamiento mueve cuerpos; entonces interviene todo régimen, democrático o no.
Si mi pensamiento se tradujera en una fuerza colectiva que movilizara a las masas contra los reductos del servilismo nacional, por ejemplo, saboteando bases militares estadounidenses en Italia, mi destino serÃa la cárcel o la desaparición. Si intentara derrocar al gobierno con los métodos que Occidente empleó en Venezuela o Ucrania, apelando a servicios de inteligencia extranjeros, sufrirÃa el mismo trato que los traidores, salvo que, en las democracias, los traidores ya están dentro del Estado.
Asà que dejemos de alimentar este mito democrático, esta leyenda de un pasado incorrupto que nunca existió. La democracia es una forma de condicionamiento extranjero —cultural, militar y polÃtico— forjado por el imperio estadounidense para mantenernos encadenados. O la crÃtica se vuelve radical y sensata, o se queda en un romanticismo inútil. No inventemos fórmulas literarias; usemos el método galileano; observemos la “naturaleza” social; ya está ahÃ. Detrás de la democracia se esconden grupos gobernantes decadentes que son devastadores para nuestro paÃs, en lo que a nosotros, los italianos, respecta. Pero la tendencia disoluta parece estar afectando a todo Occidente en distintos grados.
Elena Basile:
“Las democracias liberales de la posguerra se han transformado en oligarquÃas con tendencia al autoritarismo. Como en el campo de concentración descrito por Primo Levi, en una estructura piramidal de conformismo absoluto y alineamiento con el poder, cada grupo social busca arrollar al inmediatamente inferior y se identifica con el inmediatamente superior. La dimensión colectiva se ha borrado. La jungla y la competencia prevalecen en un individualismo desenfrenado. Nuestras SS invisibles son los poderes económicos, que incluyen al lobby armamentÃstico e Israel. Nuestra realidad es más compleja y menos definida que la del campo de concentración. Sin embargo, la esencia espiritual ya está presente.â€
Donatella Di Cesare:
“La erosión de la democracia va más allá de simplemente ocultar el proceso que lleva tiempo en marcha. Algunos aluden a un acto final, como si fuera inevitable despedirse, mientras que otros, en cambio, plantean la necesidad de fortalecer el marco, los cimientos internos (normas y procedimientos) y la armadura externa (equipamiento militar). Pero la democracia no es un régimen; no se basa en un pilar estable. Su propia flexibilidad y apertura son, en cambio, baluartes contra cualquier violencia que, tanto interna como externa, pueda socavarla y despojarla de su poder. (…) Para describir esta suspensión técnica de la democracia, que se combina con una revitalización de la soberanÃa según criterios étnicos, podrÃamos hablar de tecnofascismo.â€
https://www.conflittiestrategie.it/il-mito-originario-di-una-democrazia-migliore
Traducción revisada por Carlos X. Blanco
analisi di fase attualitÃ
Il mito originario di una democrazia migliore: Una questione interessante, di R. Di GiuseppeRaccolgo il ragionamento dell’amico Gianni, sempre molto stimolante. Non posso che concordare con lui che non esiste, nè sia mai esistita, alcuna arcadia democratica originaria, tanto più se a questa si associa il termine liberale, descritta oggi in una sorta di degenerazione genetica che la stia portando verso una forma di fascio-tecnocrazia. Così pure trovo assai attraente il rovesciamento del concetto corrente di democrazia, associando organicamente ad essa, dominio e sopraffazione, con il loro corollario di distruzione e di morti, piuttosto che interpretare questi, come correntemente si fa, quali accidenti o debolezze della democrazia stessa; la quale, per sua stessa natura, ne rifuggirebbe. In effetti la democrazia non è una categoria dello spirito, ma una prodotto sociale che si determina storicamente. In altre parole è parte di un linguaggio, o se vogliamo, dei molteplici linguaggi di cui le varie società umane, nelle varie epoche, si sono dotate. Era democratica l’Atene di Pericle, dove per vent’anni questi ebbe un potere pressoché assoluto ed incontrastato? Dove si praticava largamente la schiavitù e dove godevano di diritti non tutti gli abitanti della città , ma solo i cittadini riconosciuti come tali? Un’Atene che dominava dispoticamente sulle altre città greche e promuoveva guerre a destra e a manca era una democrazia? Certamente si, seguendo il ragionamento di Gianni, non nonostante guerre e vocazione imperiale, ma insieme a queste o addirittura, grazie a queste. Come dargli torto? Certamente si. Perlappunto, la democrazia non è un moto dell’anima, né un concetto astratto ed astorico, ma un significante che si connette ad altri significanti, formando delle significazioni, cioè delle attribuzioni di senso e valore, storicamente connessi alla vita degli uomini nelle loro specifiche epoche di esistenza. La democrazia non è la semplice copertura di atti di sopraffazione in ogni caso perpetrati, ma è il loro fondamento di senso, la possibilità di affermazione e di durata. La democrazia appartiene ad un linguaggio determinato ed è in esso che va letta. C’è più democrazia nelle beghe di un parlamento o nelle discussioni nel consiglio di affari di una multinazionale? Direi che la risposta venga da sé. Vi è una differenza di democraticità tra le discussioni e le decisioni del gruppo bolscevico ai tempi di Lenin e quelle del gruppo dirigente staliniano? Avrebbe mai potuto l’Unione Sovietica battere la Germania nazista senza l’instaurarsi di un sostanziale dibattito democratico tra Stalin ed i suoi generali? Ma, si potrebbe obiettare, qui si parla di società estese e non di singoli atti sociali. Nel caso io risponderei, balle! Il concetto resta lo stesso e le stesse sono le determinanti del suo funzionamento. Per quanto sia pur vero che la democrazia liberale lancia bombe non nonostante, ma proprio perché democratica, è mio modesto avviso che è tossico lasciare a questa declinazione della democrazia un esclusivo monopolio di significazione perché è in questo preteso monopolio che si struttura la gran parte della sua capacità e volontà di dominio.
analisi di fase attualitÃ
Il mito originario di una democrazia migliore
Analisi a dir poco ingenue continuano ad aleggiare intorno al concetto di democrazia. Provengono, certo, da spiriti che potremmo definire critici, ma ciò non basta a garantire la giustezza del pensiero né la correttezza interpretativa. Le riflessioni che ho letto recentemente di figure come l’ambasciatrice Elena Basile o la filosofa Donatella Di Cesare muovono infatti sempre dal presupposto di un mito dell’origine, ci fu un tempo in cui la democrazia era se non perfetta almeno migliore. Non è così.
Secondo queste analisi, la democrazia sarebbe degenerata negli ultimi decenni a causa del neoliberismo o di altre forme di degradazione, anche tecnocratiche, che l’avrebbero avvicinata a una sorta di fascismo, o tecnofascismo, come lo chiama Di Cesare. In questa prospettiva, la colpa sarebbe sempre di un ritorno della
mentalità fascista che oscurerebbe la presunta bontà e bellezza della democrazia originaria. Balle, il fascismo fu un movimento politico, non una categoria dello spirito che nasce e rinasce a piacimento sotto nuove forme.
Dunque, le cose non stanno come in questa narrazione. Lenin già definiva la democrazia “il miglior involucro per la dittaturaâ€, e anche in letteratura autori attenti hanno descritto la democrazia come un “gioco da banditiâ€. Perorare oggi il mito di un’Arcadia democratica tradita lungo il percorso storico, che solo più o meno recentemente sarebbe degenerata, significa perdersi dietro un’illusione.
Qualche tempo fa scrissi che democratico è esattamente ciò che accade. La democrazia è il rumore delle bombe che cadono su Gaza, sono le guerre di aggressione americane e occidentali di ieri, di oggi e di domani, sono le oligarchie corrotte e parassitarie europee, è il nostro sistema politico servile e degradante. Democratico era il colonialismo e l’imperialismo, democratica è l’ingerenza umanitaria disumana. La democrazia è tutto questo, con piccole variazioni nel tempo. Osservavo che la democrazia ha sempre commesso gli stessi crimini di qualsiasi sistema forse mistificandoli meglio ma solo perché si è trovata dalla parte dei vincitori. Certi suoi meccanismi ideologici sono ben rodati perché creano maggiori credenze nel popolo, ma questo non cambia la sostanza.
Ecco cosa scrivevo: quando la democrazia censura un pensiero etichettandolo come fake news, e accade sempre più spesso, non è fascista, né nazista, né comunista, è semplicemente se stessa, democrazia pura. Gli scontenti gridano al fascismo, i soddisfatti si dicono immuni dalle dittature del passato, ma la verità è semplice, tutto ciò che accade in democrazia è democratico, anche i soprusi.
Gli americani e i loro servi occidentali “esportano la democrazia†democraticamente, cioè in modo criminale. Se la “più grande democrazia del Medio Orienteâ€, Israele, distrugge città e massacra civili, è democraticissima, perché la democrazia uccide, violenta, sevizia e stermina. Una democrazia non degenera nel fascismo, nel nazismo o nel comunismo, una democrazia degenera nella democrazia, mostrando il suo vero volto, al di là di moralismi, voti e procedure.
E la libertà di pensiero, di voto, di espressione? Non so che farmene di queste chiacchiere. Si può pensare liberamente anche in una dittatura, il pensiero non si vede e non si sente, e anche quando si imprime da qualche parte, finché non trasmuta in azione non esiste. Il problema nasce quando il pensiero smuove i corpi, allora ogni regime, democratico o meno, interviene.
Se il mio pensiero si traducesse in una forza collettiva che azionasse masse contro le roccaforti del servilismo nazionale, per esempio con sabotaggi contro le basi militari americane in Italia, la mia sorte sarebbe la prigione o la sparizione. Se cercassi di rovesciare il governo con metodi che l’Occidente ha usato in Venezuela o in Ucraina, appellandomi a servizi stranieri, subirei lo stesso trattamento dei traditori, solo che, nelle democrazie, i traditori sono già dentro lo Stato.
Smettiamola dunque di alimentare questo mito democratico, questa leggenda di un passato incorrotto che non è mai esistito. La democrazia è una forma di condizionamento straniero, culturale, militare e politico, forgiata dall’impero americano per tenerci in catene. O la critica si fa radicale e sensata, oppure resta solo romanticismo inutile. Non inventiamoci formule letterarie, usiamo il metodo galileiano, guardiamo alla “natura” sociale, è già davanti a noi. Dietro alla democrazia ci sono gruppi dominanti decadenti che per il nostro Paese sono devastanti, questo per quello che ci riguarda come italiani. Ma la tendenza dissolutiva sembra colpire tutto l’Occidente a gradi diversi.
Elena Basile
“Le democrazie liberali del secondo dopoguerra si sono trasformate in oligarchie che tendono all’autoritarismo. Come nel lager descritto da Primo Levi, in una struttura piramidale, di assoluto conformismo e allineamento al potere, ciascun gruppo sociale cerca di sopraffare quello appena inferiore e si identica con l’altro appena superiore. La dimensione collettiva è stata cancellata. Prevalgono la giungla e la competizione in un individualismo sfrenato. Le nostre invisibili SS sono i potentati economici, che includono la lobby delle armi e di Israele. La nostra realtà è più complessa e meno nitida del lager. L’essenza spirituale tuttavia è già presente.â€
Donatella Di Cesare
“L’erosione della democrazia non fa anche solo dissimulare, il processo in corso da tempo. C’è chi allude a un ultimo atto, quasi fosse inevitabile prenderne congedo, e chi avanza invece l’esigenza di rafforzare l’impalcatura, il fondamento interno (regole e procedure) e la corazza esterna (attrezzature militari). Ma la democrazia non è un regime, non è basata su un pilastro stabile. Proprio la sua flessibilità e la sua apertura sono invece baluardi contro ogni violenza che, dentro come fuori, potrebbe svuotarla ed esautorarla. (…) Per indicare questa sospensione tecnica della democrazia, che si coniuga con un rilancio della sovranità in chiave etnica, si potrebbe parlare di tecnofascismo.â€
analisi di fase attualitÃ
La Democracia De Los Criminales, Traducción: Carlos X. BlancoLa historia alterna entre la tragedia y la farsa, pero cuando esta última se vuelve frecuente, significa que estamos al final de una era.
La mayor democracia de Oriente Medio, sea lo que sea que eso signifique (quizás quiere decir que mata a gran escala, con mayor impunidad que otras), extermina a casi 70.000 palestinos en represalia por la (re)acción de Hamás, que habÃa matado a aproximadamente 1.200. No me gusta Hamás en absoluto; me gustarÃa señalar que apoyó el derrocamiento de Gadafi, haciéndole el juego a Occidente.
Sin embargo, la proporción de muertes harÃa envidiar a los nazis, incapaces de tal crueldad. Continua
analisi di fase attualitÃ
La democrazia dei criminaliLa Storia alterna tragedia e farsa, ma quando quest’ultima diventa frequente vuol dire che siamo alla fine di un’epoca.
La più grande democrazia del Medio Oriente, qualsiasi cosa significhi (forse che ammazza grandemente, con maggiore impunità delle altre), stermina quasi 70 mila palestinesi per ritorsione alla (re)azione di Hamas, che aveva fatto circa 1.200 morti. Hamas non mi sta per niente simpatica, vorrei ricordare che appoggiò il rovesciamento di Gheddafi facendo il gioco degli occidentali.
Tuttavia, il rapporto tra le uccisioni farebbe invidia ai nazisti, incapaci di tanta crudeltà .
Dopo questa ecatombe si giunge a una specie di pace, che non potrà essere duratura per le evidenti scie di sangue che si allungano da decenni, garantita dagli USA che riforniscono Israele di armi. Trump, che ha almeno il merito di aver per ora messo fine al genocidio, dichiara in un discorso alla Knesset che gli USA hanno il più potente esercito al mondo, con armi che nessuno ha mai sognato, salvo essere incapaci di produrre e replicare al momento i missili russi inintercettabili.
Poi afferma: “Abbiamo molte armi e le abbiamo date a Israeleâ€. E aggiunge: “Bibi (Netanyahu) mi ha chiamato spesso: puoi darmi quest’arma, quell’altra e un’altra ancora?â€. Partono applausi e risate del parlamento della più grande democrazia del Medio Oriente.
Quello che fa Israele con queste armi è usarle contro i civili palestinesi. E loro ridono e battono le mani. Ma se chi viene umiliato, sterminato e deriso reagisce, si ricordano solo di quello che in minima parte hanno subito, e mai di ciò che sproporzionatamente hanno fatto con “le armi migliori del mondoâ€.
E poi si ritrovano tutti insieme, i leader della democrazia, per celebrarsi facendosi battute e vicendevoli convenevoli: “Meloni è bellissima” ma inutile come tutti i capi europei. Non sono divertenti, sono tutti buffoni criminali e quando giunge al potere uno molto più pagliaccio della media ma un po’ meno delinquente di chi lo ha preceduto siamo quasi costretti a tirare un sospiro di sollievo. Noi, mentre chi non sta nella nostra parte di mondo continua ad esalare l’ultimo respiro, contando di nuovo i suoi cadaveri.
analisi di fase attualitÃ
Los miserables, en la mira de los ganadores del Premio Nobel, Traducción de Carlos X. BlancoYa nadie rechaza nada, especialmente un Premio Nobel. Sin embargo, en el pasado, cuando la columna vertebral de intelectuales y polÃticos aún era sólida, ocurrÃa; basta pensar en Sartre, Shaw o Lê Äức Thá». Continua
analisi di fase attualitÃ
Poveri i popoli presi di mira dai NobelOrmai nessuno rifiuta più nulla, soprattutto un premio Nobel. Eppure, in passato, quando le spine dorsali di intellettuali e uomini politici erano ancora dritte, accadeva, basti pensare a Sartre, Shaw o Lê Äức Thá». A maggior ragione oggi, anche un riconoscimento immeritato, o meritato per demeriti, viene accolto senza esitazione. Quello conferito a MarÃa Corina Machado per la Pace è l’ennesima provocazione occidentale, proveniente da chi cerca la pace quanto il demonio l’acqua santa. Si tratta, ancora una volta, di tracciare strade per destabilizzare il Venezuela, portando in auge i soliti burattini filoamericani pronti a tornare utili al momento opportuno.
Parliamo di una delle solite figure dell’opposizione venezuelana, create dal nulla, perché nulla è la loro reale consistenza e influenza politica, donne e uomini la cui sopravvivenza dipende dal favore delle cosiddette democrazie. Gli Stati Uniti tirano sempre fuori questi conigli e conigliette dal cilindro per tentare di capovolgere l’ordine costituito di Paesi che non si allineano alla loro tracotanza. Dopo il fallimento del fantoccio Guaidó, questa è la nuova maschera di cui l’Occidente intende servirsi per liberarsi di Maduro.
Il Nobel viene così assegnato a una signora che, in passato, invocava un intervento militare esterno per rovesciare il legittimo governo venezuelano. In sostanza, si premiano agenti provocatori che, con i loro movimenti politici, alimentano, come ha osservato qualcuno, “un clima di caos attraverso azioni di sabotaggio e terrorismoâ€. Dopo aver incassato la notizia della sua “nobelizzazioneâ€, la Machado ha lanciato un forte appello affinché la transizione verso la democrazia in Venezuela si realizzi immediatamente. Ma con “immediatamente†intende anche con la violenza? A giudicare dai suoi trascorsi, tutto lascia pensare di sì. Il Nobel per la Pace ad una così fa ridere, era meglio darlo a Trump che almeno è il vero capo dei farabutti.
Non vi tedierò con i soliti schemi e le strategie che questi presunti democratici mettono in campo per scatenare le loro “rivoluzioni di sistemaâ€, che abbiamo visto all’opera più volte nel mondo su istigazione statunitense, intelligenti pauca. Poveri i popoli che vengono presi di mira dai Nobel, faranno rovine e le chiameranno civiltà .
analisi di fase attualitÃ
El fin de la democracia. Traducción: Carlos X. Blanco
Cada elección nos trae ahora un hecho inequÃvoco: los italianos han dejado de votar porque ya no reconocen la autoridad polÃtica, la capacidad de resolver problemas ni el impulso para el cambio. Nadie quiere confiar su futuro al guardián del cementerio. Los ciudadanos no están desilusionados; simplemente consideran inútiles estas ceremonias quinquenales o anticipadas, pues no resuelven nada.
Han aprendido a mantenerse alejados no solo de las urnas, sino también de los propios rituales de la democracia formal en todas sus formas, porque las fuerzas polÃticas parecen ser un reflejo de sus debilidades. Esto también aplica a otros organismos, antes definidos como correas de transmisión de estas organizaciones y ahora meros aparatos burocráticos autorreferenciales. Todos ellos fingen discrepar por cuestiones marginales, pero en realidad siempre coinciden en no cuestionar jamás el marco general de opresión y abuso al que está sometida la nación.
Quién gana o pierde, quién tiene razón o no, por lo tanto, importa poco, porque siempre es el paÃs el que pierde y sucumbe. El hecho de que los italianos no voten no es solo un signo de apatÃa —lo es en algunos casos—, sino un sÃntoma de una conciencia colectiva negativa que puede transformarse en una consciencia positiva. Es la posibilidad de un espacio abierto e inexplorado, un vacÃo en el que se mueven partÃculas, listas para dar vida a algo nuevo, una fuente de energÃa aún formada pero potencialmente creativa. El “partido de los no votantes” aún puede verse erosionado por los mecanismos electorales o transformarse en la sorpresa de un descubrimiento nuevo y disruptivo.
Durante décadas, los partidos polÃticos han abdicado de la polÃtica, cediendo ante fuerzas abrumadoras y aceptando cualquier compromiso para sobrevivir, trasladando las consecuencias a la gente. Ya no es un problema de bipolaridad; incluso los movimientos que se presentan como “terceras vÃas” para el centroderecha y el centroizquierda no logran consenso, porque en un sistema fundado en la neutralización de los verdaderos intereses generales, no hay cauce para ninguna alternativa creÃble.
Nada bueno puede surgir de las elecciones hoy en dÃa. Lo sabemos, y ellos lo saben. Nada puede surgir de quienes se postulan a un cargo simplemente para ser vistos en plazos preestablecidos. Todo el sistema se ve desafiado, mediante el desapego y el distanciamiento de los rituales desgastados e inútiles de una democracia que siempre repite el mismo estribillo, quienquiera que esté en el gobierno y detrás de la maquinaria estatal que funciona (pero no funciona) sin elecciones.
Y en una democracia ocupada por las bases militares de un paÃs extranjero, nadie puede cambiar nada hasta que los usurpadores sean expulsados de su territorio. Esas posiciones e infiltraciones a todos los niveles existÃan antes, por supuesto, pero la geopolÃtica del siglo XX estuvo marcada por la presencia de la URSS, que, si bien no permitÃa escapar de la órbita estadounidense, al menos permitÃa la creación de márgenes de autonomÃa dentro del marco de los bloques opuestos. Hoy en dÃa, nada de esto existe, y precisamente por eso, derribar ciertas barreras deberÃa ser el primer punto de cualquier programa polÃtico auténtico.
Una verdadera fuerza de cambio, por lo tanto, solo puede surgir fuera de cualquier marco convencional, con lemas claros e ideas innegociables, con una estrategia que no excluya ningún medio para lograr su objetivo. Una fuerza que no sigue a nadie, que no teme decir lo indecible, porque no debe nada a los clichés de su tiempo ni a la subordinación de quienes aceptan el orden impuesto por las relaciones de poder consolidadas. Un grupo de hombres capaces de liderar la nación y a las masas sin pedir permiso a nadie, que toman las riendas del Estado y sus fuerzas con renovado vigor, porque no tienen nada que perder, pues todo está perdido y todo debe recuperarse.
Estas son, por supuesto, condiciones de posibilidad que maduran lentamente y de ninguna manera se garantiza que se materialicen en la dirección deseada, pero el mero hecho de que puedan existir y materializarse nos anima a intentarlo. Avanzamos demasiado rápido, es cierto, pero la era en sà misma avanza trágicamente rápido.
https://www.conflittiestrategie.it/la-fine-della-democrazia
analisi di fase attualitÃ
La fine della democraziaOgni tornata elettorale ci consegna ormai un dato inequivocabile, gli italiani hanno smesso di votare perché non riconoscono più alla politica autorevolezza, capacità di rispondere ai problemi, spinta al cambiamento. Nessuno ha più voglia di affidare il proprio futuro al custode del cimitero. I cittadini non sono disaffezionati, semplicemente ritengono inutili queste cerimonie quinquennali, o anticipate, che non risolvono nulla.
Hanno imparato a stare lontani non solo dalle urne, ma dai rituali stessi della democrazia formale in tutte le sue declinazioni, perché le forze politiche, appaiono come debolezze speculari. Ciò vale anche per altri organismi un tempo definiti cinghie di trasmissione di dette organizzazioni e ora soltanto apparati burocratici autoreferenziali. Tutti questi fingono di scontrarsi su questioni marginali, ma in realtà sono sempre d’accordo sul non mettere mai in discussione il quadro generale di sopraffazione e soperchieria cui la nazione è costretta.
Chi vince o chi perde, chi ha torto o ragione, dunque, conta poco, perché a perdere e a soccombere è sempre il Paese. Il fatto che gli italiani non votino non è soltanto segno di apatia, lo è in qualche caso, ma è sintomo di una coscienza collettiva in negativo che può divenire consapevolezza positiva, sono le chance di uno spazio aperto e inesplorato, di un vuoto in cui si muovono particelle pronte a dar vita a qualcosa di nuovo, un brodo di energia ancora informe ma potenzialmente creativo. Il “partito del non voto†può ancora essere eroso dai meccanismi elettorali, oppure trasformarsi nella sorpresa di un’inedita e dirompente scoperta.
Da decenni i partiti hanno abdicato alla politica, piegandosi a forze soverchianti e accettando ogni compromesso pur di sopravvivere, scaricandone le conseguenze sul popolo. Non è più un problema di bipolarismo, anche i movimenti che si presentano come “terze vie†rispetto a centrodestra e centrosinistra non raccolgono consenso, perché in un sistema fondato sulla neutralizzazione dei reali interessi generali non c’è alveo per far discendere alcuna alternativa credibile.
Dalle elezioni, oggi, non può venire nulla di buono. Lo sappiamo e lo sanno. Nulla può nascere da chi si candida solo per farsi vedere a scadenze prestabilite. È l’intero sistema a essere contestato, attraverso il distacco e l’allontanamento dai riti stanchi e inutili di una democrazia che ripete sempre lo stesso ritornello, chiunque sia al governo e dietro l’ingranaggio di stato che funziona (ma non funziona) senza elezione.
E in una democrazia occupata dalle basi di un Paese straniero, nessuno può cambiare davvero nulla finché non avrà cacciato gli usurpatori dal proprio suolo. Quelle postazioni e infiltrazioni ad ogni livello esistevano anche prima, certo, ma la geopolitica del Novecento era segnata dalla presenza dell’URSS che, pur senza consentire di uscire dall’orbita americana, permetteva almeno di ricavarsi margini di autonomia nelle pieghe dei blocchi contrapposti. Oggi non esiste più niente di tutto questo, e proprio per questo abbattere determinate barriere dovrebbe essere il primo punto di qualsiasi programma politico autentico.
Una vera forza di cambiamento, dunque, non può che nascere fuori da ogni schema, con parole d’ordine chiare e idee non negoziabili, con una strategia che non esclude nessun mezzo per arrivare all’obiettivo. Una forza che non segua nessuno, che non tema di dire l’indicibile, perché non deve nulla ai cliché del proprio tempo, né alle subordinazioni di chi accetta l’ordine imposto dalle relazioni di potere consolidate. Un drappello di uomini capace di guidare la nazione e trascinare le masse senza chiedere permesso a nessuno, che impugni il timone dello Stato e dei suoi corpi con uno slancio nuovo, perché non ha nulla da perdere, essendo tutto già perduto, e tutto da riconquistare.
Si tratta, certo, di condizioni di possibilità che maturano lentamente e che non è affatto detto si realizzino nella direzione sperata, ma il solo fatto che possano esistere e concretizzarsi spinge a tentare. Stiamo correndo troppo, vero, ma è l’epoca stessa ad andare tragicamente veloce.
analisi di fase attualitÃ
Doble rasero criminal, traducciòn Carlos x BlancoEl único valor verdadero que impregna Occidente, de un lado a otro del Atlántico, es la doble moral criminal. Siempre dispuesto a condenar los crÃmenes ajenos, a menudo provocados por su propia injerencia, Occidente se absuelve con la misma rapidez de los suyos, que no son provocados. Continua